30/4/08

DARJEELIN

Desde que existo en esta ciudad no había tenido una tarde como la de ayer. Al fin pude despojarme de lo que me molestaba para disponerme al placer de mirar. Por momentos sentí que no me eran suficientes mis ojos, entonces tomé prestados los dedos de los pies, el ombligo, los omóplatos, ¿quién dijo que no se puede observar con otras partes del cuerpo? millones de
imágenes se me metieron por la nariz, resbalaron amplias por los laberintos de mis orejas para dejarme susurros en los oidos, rodearon mi cuello hasta suspenderse en mi cabello, algunas hasta incluso me hipnotizaron. Colores lavados, formas desfasadas, bordes imprecisos.
El transcurrir de los días ha conseguido que de pronto algunas cosas comiencen a ser reconocibles. La cara intolerante de la moza del restaurante del uruguayo. El gesto de F retorciéndose el bigote. La forma de anclar el torso sobre la pared del portero de mi edificio. La mirada asustadiza de las chicas que venden su cuerpo en el departamento de enfrente. La banda de sonido de las películas que se proyectan una y otra vez en el cine de al lado.
San Telmo un día de semana es tan pacífico como las aguas de un océano. El tiempo de la tarde se pierde en la fugacidad de nuestros pasos. La postal se oscurece mostrando sobre el empedrado el brillo de las tapitas de lata sobre su superficie. Mi cabeza me dice que esta ciudad es una foto tuya. Me pregunto desde que angulo la tomarías para que no se te escape este momento. ¿Entraría yo en ese recuadrito diminuto?. ¿Qué fracción de todas mis partes elegirías para dar cuenta de este sol que se esconde caprichoso?.
Entramos a una vinería. F y P compran una caja de te porque lleva el nombre de una de sus películas preferidas. Es el te más caro que jamás hayan comprado. Nos entretenemos hurgando vinos ostentosos solo para asegurarnos de que nuestras bocas nunca tendrían el privilegio de saborearlos. Encontramos que existe una bebida que se gesta con una fruta proveniente de Sudáfrica. La bebida tiene un envase soberbio y en la etiqueta se destaca el sobrenombre que vos me diste. Pensamos en invertir diez pesos cada uno para que pueda llevarla conmigo, pero desistimos.
El departamento de F se asemeja notablemente a la habitación de un hotel. La sobriedad es una constante en él y en todas las cosas que lo deslumbran. Su guitarra, por ejemplo. El nombre del te y de la película, corresponden a un lugar de la India. Los sahumerios que desbordan nuestro olfato hasta hacerlo estallar, provienen también de esa tierra.
Me dejo tentar por una serie americana, de esas que jamás miraría si estuviera sola en mi sofá. F y P se saben de memoria los diálogos de los personajes y anticipan los gestos que practicarán. A mi las series americanas hace tiempo dejaron de hacerme reir. Pero F insiste en que le dé una oportunidad a esta.
La noche en Buenos Aires encandila, mis ojos buscan soledad.

28/4/08

Lo que tengas ahí, necesito besar

"La próxima vez que te vea pensando una frase, sé que voy a rogar por que no me lastime". El mundo es un lugar muy cruel y eso es algo que tendremos que aprender. La parte cruel es que no para nunca, para nadie. Nuestra poderosa o frágil capacidad de retener cosas hace que los recuerdos sean para siempre, o instantes efímeros. Una tardecita que nos tomó por asalto, la pizza gratis, el praliné, el vino malo, la mujercita del chicle, el hombre inconsolablemente triste en el bar donde escuchamos a Zeppelin, el camino equivocado, la sábana colgada en el balcón, la ducha tibia, la remera vieja que me regaló, las tres horas de sueño, los Beatles, el ruido molesto de la máquina de la felicidad que ideó, la luz insoportable colándose por la ventana, su constante conexión, mi inhóspita desconexión, el café en jarrito, la bicicleta en la bajada, el curry y el pescado, las fotos de una chica triste con vestido que se va y se queda, el banco de la plaza donde me besó, la pintura que no dejó que le regalara, la caída en el bar, las ganas sórdidas que me invaden, la nostalgia por sorpresa, el abrazo eterno, incansable, siempre el abrazo...y las posibles cosas que se pongan en nuestro camino. Todo va a seguir bendecido por la frase del domingo a la noche más delirada y tierna del mundo "No pares de besarme..."

27/4/08

Buenos Aires: Te Tengo Miedo



7.30

La llegada a la ciudad de los pobres corazones había sido alentadora. Un tachero gracioso se reía de dos mujeres que están acostumbradas a cargar mochilas pesadas sin dejarse ayudar. A la tercera cuadra les había comenzado a parecer gracioso. Cuando entonó Mi Buenos Aires Querido, más bien se volvió bizarro. El hombre había contado que en una oportunidad, un pasajero proveniente del interior no se animaba a decirle el nombre de la calle adonde se dirigía, entonces solo indicaba “derecha”, “izquierda”, mientras este otro rezaba y lo puteaba al mismo tiempo. "Vienen con la televisión en la cabeza", afirmaba. Después dijo que como eran turistas mejor que vayan por la 9 de julio. Ante la aclaración de ellas de que no lo eran, preguntó curioso -¿De dónde son?. Porque las de La Pampa son muy calladas, y las de Córdoba tienen mal genio… vaticinó.
Pero si teniendo en cuenta lo ocurrido, pudiera inventar una nueva máxima de Murphy (si es que ya no existe) sería: “No todo lo que empieza bien termina bien”.

19.30
Una de las hermanas le anticipó a la otra que hoy sería la primera clase en materia de líneas de transporte. Les tocaba líneas de subterráneo. Se dispusieron con la Guía T sobre la mesa. "Pero va a ser mejor si lo vemos en vivo y en directo, vamos a la calle", recomendó la conocedora. A dos cuadras de la Avda Corrientes, Tribunales, en frente de una placita. Gente que va y viene. Las dos están apoyando los dedos en la vitrina gigante, siguiendo el curso de los recorridos de subte. De repente 5 rateros se les abalanzan. Una de ellas gita y sale corriendo. La otra apenas alcanza a reaccionar. La rodean. Le tapan la boca, le sacan la cartera. Huyen corriendo. Todo en cuestión de milésimas de tiempo.
Las hermanas se dirigen a la comisaría más cercana, que se halla a unos metros. El comisario no simula sorpresa ante el hurto. Les toman la declaración. Dos hombres las suben a un móvil y las acompañan a la plazita donde sucedieron los hechos. Dan vueltas, miran adentro de los tachos de basura y en los huecos de los árboles. No encuentran nada. Lo lamento, agrega uno. ¿Lamenta que?. ¿No ignorar que a dos cuadras alguien está siendo saqueado cada diez minutos y sin embargo disponerse en la vereda a mirar pasar la vida?.
Un desenlace poco feliz. Bastante mal por ser el primer día. La segunda clase se me ocurre que podría ser: Como protegerse de los robos en esta ciudad que mata.

23/4/08

STRAWBERRY FIELDS

"Vas a estar en el lugar donde debas estar, y yo voy a volar hasta encontrarte...vas a volar hasta encontrarme cuando yo esté en el lugar donde deba estar..."

15/4/08

Estás invitado. Sábado 19 de Abril

En unas semanas cambio Córdoba por Buenos Aires. Pero no sin antes darle un ultimo sacudón a la noche cordobesa...

14/4/08

Buenos Aires: No Te Tengo Miedo





Calma,
todo está en calma,
deja que el beso dure,
deja que el tiempo cure,
deja que el alma
tenga la misma edad
que la edad del cielo.


Jorge Drexler


8/4/08

....SALTO AL VACÍO....


La captura de ese diminuto instante que convierte al tiempo en algo absurdo. La inmortalización de una milésima fracción de segundo. Todo lo que cabe en la amplitud de un ojo. Una magnificación de las cosas. Un concepto. La tirantez en las manos. La tensión. El vértigo. La forma que se abstrae. La percepción que se ilumina. El presente que se ensancha.
Entre mis pendientes, la fotografía ocupa un lugar importante.


PD: La foto me fue enviada sin los datos de él o la autora, si alguien los conoce, serán bienvenidos.



4/4/08

Recordando tu expresión

Mi amiga y yo nos disputamos la mirada del mismo chico. Él tiene una remera de Soda Stereo y una novia colorada insoportablemente bella. A mi amigo le gusta la chica.
La fiesta que no prometía se convierte de repente en la excusa de un encuentro de personas que cobijaron un sueño común: el teatro. La nostalgia es un rito al que no intento escaparle. Practicarlo, en este momento de mi vida, amenaza con ser una constante. Cada una de las cosas que me suceden, conforman la trama de un tejido minucioso con hilos que a la luz de esta noche se muestran fosforescentes. Detrás de ese tejido, como destellos, están mis amigos y yo.
Uno de los chicos que conozco, pero que no es mi amigo, me cuenta lo difícil que es vivir del arte, me dice que al final no fue tan malo que me dedicara a otra cosa. Otro me dice que al final se decidió a salir del closet y a las dos horas se va con aquel que insiste en recordarme aquella vez que ganamos el tercer premio en una Maratón de Teatro. El mismo aprovecha la ocasión para disculparse por haberme gritado en aquel ensayo. “Es que es difícil sacarse el traje de artista cuando se baja el telón y uno está abajo de las tablas”, me dice.
Mis amigos encontraron la manera de sentirse a gusto con sus piernas y un vaso de fernet en la mano. Yo me detengo a observar en cada uno el rasgo que los define. Les robaré ese instante sin su consentimiento. Me lo guardaré para siempre. Congelo por ejemplo, los ojos cerrados de A balanceándose sutilmente, como acariciando su aura. Los brazos en alto de M, eufóricos, la risa tierna del disfrute. La espalda de M interponiéndose en el baile, la negación al cuerpo del otro. Las caderas de S repitiendo un paso ensayado y exacto. El frenesí exagerado de J.
En cada gesto se ubica la síntesis de mi historia, mis arraigos, mis dolores, mis regocijos.
A me pregunta si quiero ir a fumar al baño. Alguien cae a la pileta. La PC se rompe en medio de la fiesta. M llega tarde como es su costumbre, pero dispuesta y radiante.
El chico lindo se va sin que mi amiga ni yo tomemos alguna determinación. Se va de la mano de su novia de pelo rojo. Dos se besan en la cocina. Una canción de Estelares se mete adentro nuestro y desata nuestras bocas. Alguien me susurra al oído que va a extrañarme. A mí esta noche jamás podría hacerme sentir extraña.
Solo mis amigos, yo, y nuestra descomunal alegría.


1/4/08

CICATRICES


Malvinas en cifras

74

días duró la guerra, sin declararse nunca de manera formal. Empezó el 2 de abril 1982, con el desembarco de las tropas argentinas en Port Stanley, rebautizado como Puerto Argentino. El comandante Menéndez le puso fin el 14 de junio, cuando aprobó un cese del fuego "no negociado" con los británicos.

903

personas murieron en el conflicto, 650 del lado argentino y 253 del lado británico, incluyendo a tres mujeres isleñas. Los heridos fueron 1.188 argentinos y 777 británicos.

1.800

isleños vivían en Malvinas cuando se desató el conflicto. En la actualidad son cerca de 3.000 habitantes, según el censo del 2001.

14.189

tropas argentinas fueron enviadas a Malvinas, a bordo de 63 buques y 216 aviones. La Corona británica mandó 29.700 hombres, junto con 118 navíos y 117 aviones.

2.000.000.000

de dólares costó el conflicto al Reino Unido. Se calcula que el costo de la guerra para el Estado argentino fue de entre los 7 y los 15 mil millones de dólares.

Apoyos internacionales

10

miembros del Consejo de Seguridad de la ONU aprobaron el 3 de abril de 1982 la resolución 502. Redactada por Gran Bretaña, llamaba al retiro de las tropas argentinas de Malvinas y a la búsqueda de una solución diplomática. Panamá votó en contra, mientras Rusia, China, España y Polonia se abstuvieron.

21

días duró el intento de corredor diplomático del enviado americano Alexander Haig. Al fracasar las discusiones el 29 de abril, el presidente Reagan respaldó oficialmente a Gran Bretaña. El único apoyo oficial recibido por la Argentina fue el de la Organización de los Estados Americanos, que reconoció el 26 de abril su soberanía sobre Malvinas.

22

aviones Mirage-III de segunda mano vendió Francia a la Argentina, por intermedio de Israel y Perú, en el intento de burlar el embargo económico. Por un lado, la Comunidad Europea impuso sanciones a la Argentina; por el otro, algunos de sus miembros condenaron la postura británica.


454
ex combatientes se suicidaron.