En San Telmo suceden sin duda hechos milagrosos. Lo supe desde el primer día en que puse mis pies en el adoquín. Y sino ¿cómo se entiende que Carlitos haya aparecido el sábado a las cuatro justo ahí para robarle una manzana envenenada a una nena?. Como diría Gelman: "Hay que confiar en los misterios".
1 comentario:
Si me encontrara a Carlitos en San Telmo le daría mi manzana, sin dudarlo :)
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