13/5/08

El placer por la tontería I


Yo siempre quise ser un clown, así como otros desde chicos supieron que querían ser abogados, pilotos o carpinteros, yo quise ser un payaso.
Cuando vi I Clowns, de
Fellini terminé de saberlo. Quiero ser como Popovsky, tener una valijita vieja y puesta siempre mi nariz roja, tan roja como mi corazón de payasa. Quiero tener un par de zapatotes enormes y hacer reír a los chicos y a los grandes con mis ocurrencias. Tengo que asumirlo. Todo este tiempo quise evitarlo, hacer como que no me daba cuenta, tratando de buscar excusas: estudiar, trabajar, ir al banco a pagar impuestos, lavar los platos, ir a eventos sociales, pagar el teléfono, viajar en colectivo y todas esas cosas que hace la gente común y corriente, hacerse cargo de vivir una vida sustentada por las cosas mundanas. Pero yo nunca fui esta clase de personas. Y es momento de que comience a enfrentarlo. Si yo le saco una risa a un niño, ya tengo para ser feliz un buen rato.
Cuando una persona se pone una nariz se convierte en un clown. Todos tenemos uno adentro, todos llevamos agazapado a nuestro clown. Algunos tienen un clown que tiene como característica estar siempre enojado, con mala onda, otros tienen uno peleador, uno triste o uno contento y cariñoso. Porque el clown no es un personaje construido, ya existe y somos nosotros mismos, con todas nuestras obsesiones, nuestros temores, nuestros sueños y debilidades. Solo hay que dejar que surja todo eso y regalárselo al público. Sin juzgarse ni criticarse, ni hacer juicios de valor, el clown no sabe que significan tales términos. Al exponerse tal cual es, el clown genera risa, o identificación en el otro, y de esta manera se produce la comunicación. Las técnicas de trabajo provienen de la propia intimidad, a diferencia del payaso, que trabaja con arquetipos del ridículo universal y tiene que usar un disfraz.
El clown intenta superar el miedo al ridículo frente a los demás y en definitiva, busca que lo quieran. Juega a partir de cosas simples. Hace que el vacío que todos sentimos y habitualmente tendemos a intelectualizar, podamos disfrutarlo y tolerarlo.
Por eso, yo quiero ser un clown. A partir de ahora, no me sacaré jamás mi nariz. Dejaré de actuar como una persona del montón y cada vez que mire hacia adelante, estaré mirando a mi público.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

pla,pla,pla los primeros aplausos son los mios! Besotes. Marite

María Gabriela Costigliolo dijo...

MI compañero de trabajo estudia Clown con el grupo Cirulaxia, y dice que eso le cambio la vida....
Es verdad lo que decis yo lo veo a diario Juane s una persona espectacualr y detras de la nariz sigue siendo él por primera evz en 40 años... te lo aseguro... no te la saques.. mira siempre al publico.. un abrazo grande.

Mrs Cucuzza dijo...

Animate Euge, no te saques la nariz, inscribite en algún taller y que se hagan agua los helados. Total siempre existe gente que tiene una vida tan chata como su cabeza, y que se gasta su tiempo en criticar a los demás....
Un beso nena....

Anónimo dijo...

qué bueno, ahora sé la diferencia entre clown y payaso (creo que yo entro en la última categoría).

lo que me parece es que no hay que categorizar ninguna actividad como "tontería", menos porque no figure en los sueños que tienen nuestros padres con nosotros.

siempre vas a ser vos haciendo lo que te gusta, y esa autenticidad es lo que te hace tan especial, como ahora.

un beso grande de este payaso triste.

Anónimo dijo...

Cannes, en Télam
Los trabajadores de la sección Espectáculos de la Agencia de Noticias Télam expresamos nuestra preocupación por no poder desempeñarnos profesionalmente, gracias a la última decisión de los autoridades de la empresa de impedir una cobertura del
Festival Internacional de Cine de Cannes a cargo de periodistas especializados en el tema.

Los trámites para la cobertura de Cannes 08 fueron informados al secretario de Redacción, Fernando Ramírez, desde el martes 29 de abril, cuando el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) respondió afirmativamente a nuestra intención de viajar al Festival debido a la gran presencia del cine argentino en el encuentro.

Gracias a esa gestión, el INCAA accedió a costear en forma intransferible el pasaje y el alojamiento de Pedro Fernández Mouján y desde Espectáculos se puso en marcha la gestión formal para conseguir su acreditación al Festival pese a que el plazo de
inscripción ya había expirado.

Los trámites -vía correo electrónico y con un texto explicativo de qué es la agencia Télam, que llevó la firma de Ramírez- fueron exitosos y Fernández Mouján quedó habilitado para la cobertura integral de Cannes 08.

Con la única necesidad de que Télam aportara dinero para los viáticos que insumiera la cobertura, se llegó al fin de semana anterior al viaje, previsto para el lunes 12.

El gerente periodístico Jorge García negó el dinero solicitado (800 euros) argumentando que "no le interesaba la cobertura" y que sería un monto excesivo.

Ante la presión del INCAA para que Télam estuviera presente en ese encuentro, que proyecta al cine argentino como nunca antes, García se vio obligado a rever su postura, pero determinó que el periodista enviado no fuera un especialista como Fernández Mouján sino Daniel Galvalizzi, con categoría profesional "aspirante C" quien se desempeña al servicio de la Gerencia Periodística -o sea, García- sin sección fija.

Galvalizzi recibió 600 euros y 600 dólares para el viaje y como no tiene acreditación a su nombre para cubrir Cannes, a su incierta capacidad profesional se agrega la imposibilidad de acceder a proyecciones y ruedas de prensa, a las que Fernández Mouján sí hubiera accedido por haber cumplimentado los trámites previos.

Desde la sección Espectáculos de Télam lamentamos este desmanejo que pone en cuestión el espíritu que rige a las autoridades de la Agencia y le pedimos disculpas a los abonados y a los ciudadanos argentinos por no poder cumplir con un trabajo para el que estamos calificados.

Anónimo dijo...

Marité: gracias por despellejarse las manos!

Gaby: no me la saco! y si, ser lo que queres ser siempre te modifica y para mejor...

Lau: no dejaria que se me acerque esa gente de cabeza tan chata como una hoja de papel. Hace tiempo me animé a dejarme puesta la nariz. Besos!

Amalio: no hay connotación negativa en la palabra tontería sino todo lo contrario. Es más, es la frase q utilizan comunmente en los talleres para definir la vocación del clown: "El arte del placer por la tontería". Abrazos para el payaso melancólico.

Anónimo dijo...

Te recomiendo un especátulo de clown y música de una orquesta cordobesa. Circo Da Vinci.
Suelen andar por 990.