Acabas de decírmelo y ya rebozo de alegría. Cuento con mis dedos pequeños los pocos días que le quedan a mi tiempo sin vos. Inmensa Erre. Erre de regocijo. Erre de risa. Erre de rama que me sostiene mientras me lanzo a nuevas aventuras. Erre a la que dedico el impulso de arrebatar el teléfono de un solo salto cada vez que me quiebro. Erre que un día también tuvo que irse para crecer. Erre que también se golpea y flaquea. Erre que goza gozosa. Erre que se ilusiona y llora. Erre que casi nunca llora. Erre que me rescata del inconsciente. Vaya si existe para Erre el inconsciente. Erre que se sorprende de mi naturaleza y me dice: -Siempre le encontrás la parte poética y divertida a a tragedia cotidiana... es envidiable. Erre, mi preciosa Erre. Un castillo. Una chispa. Una cascada de vértigo. El sombrero de un mago. Las mil historias de un libro de cuentos. Erre, escandalosa Erre. Mi casa y yo aguardamos tus pasos. Despreocupadas, remotas de dolores andamos desde que anunciaste tu visita. Desquiciadas, anchas se esparcen nuestras lindes que codician tu presencia. Mi casa y yo. No somos mas que la determinación del tic tac de mi reloj. Erre, un destello caprichoso de mi dicha. Los paseos que descojonaran nuestros pies, deseosos de andar andariegos correteando juntos, de lado a lado, de mi lado y de tu lado, abarcando todos los deseos. Mi ciudad. La que te quiero regalar. Los colores que nos esperan para pintarnos de gritos furiosos. El abrazo irreprimido que palpita la espera. Todo lo que de mi aguarda por vos. Erre, no puedo contener la adrenalina que drena por dentro de mi estomago, revoltosa, impaciente. Una sola frase y mira como estoy. Te atreves a darme tremenda noticia para dejarme el corazón hecho un pajarito enjaulado. Y ya no puedo hacer más que saltar inquieta por los techos adivinando las formas de las nubes del cielo que te traerá. Igual que lo hacia Bautista. Las piernas colgando sobre la vereda. Erre, impredecible, inabarcable Erre. La caja que custodia todos mis secretos. Erre, que lo conoce todo de mí y no me juzga. Erre, la viñeta de comic en la que las vocales se salen de los globitos desconociendo los marcos. Erre. Una espuma de verano te trae. Estas viniendo, te oigo, te siento, te huelo con la garúa de esta mañana, vienes viniendo. Vole por pedido de un cuerpo que me dolia, en busca del anhelo de vos y ahora mis alas te traen hacia mi en un vuelo, vienes y te espero de cuclillas. Preparo todos los sonidos que te voy a regalar, los enumero y los envuelvo, todos ellos y yo te esperamos para estallar de sonoridad…
4 comentarios:
puff... cuanto quere cuanto querer!!! que bueno contar con alguien asi... que te haga ver asi la vida.. es importante tener de visitas esos milagros.
Un beso
Hermosos cantos de amor, hermandad y amistad están viniendo con Diciembre.
A mi me pasó jaja, veo que es global.
Que así sea, para hacer del mundo (y especialmente de tu mundo) un lugar mejor.
un abrazo euge!
Hola fenómena!!! así que también actriz, que grosa. Te dejo un saludo desde Mallorca. Y cuando te sobre el tiempo pasate por mi blog que llegó al final, publiqué la última estúpidez, para variar: http://www.miradiego.blogspot.com/
besos y muy buenos todos los textos tuyos.
Queridos mios: gracias a todos por pasar y por los versos bonitos que me dedican, disculpen lo desconsiderada que estoy siendo, es que el acceso a internet no me esta siendo muy accesible ultimamente, entenderán...
les dejo gigantezcos besos...
vermut con papas fritas y good show for everyone!
Publicar un comentario