mi cara visitada por burbujas rimbombantes
mi cara con los ojos brotados de luciérnagas
mi cara con una lengua de yaguar que se guarda todos los dientes
mi cara como un tren que viaja liviano por tus genitales
mi cara como el accidente de la belleza de los sauces
mi cara abominable en la celebración de la vejez
mi cara como un martillo que rompe nueces
mi cara en la descompostura de mis singularidades
mi cara antipando tu nombre como el rugir de un manojo de llaves
mi cara con la transpiración del agua bordeando la nieve
mi cara en la saturación del rojo etílico de mis labios
mi cara como un ordenador de aplausos y ademanes y expresiones
mi cara como el cartílago de un perro rabioso chorreando
mi cara como el motor de la alegría del niño con la rayuela
mi cara como la gaceta en blanco y negro de un espectáculo circense
mi cara como el cronos de tu músculo endureciéndose
mi cara como la prohibición del mar
mi cara como el hueso seco que se astilla finamente
mi cara como el descreimiento de la vida sin fin
mi cara como una brizna que se perpetúa en tu cintura
mi cara en la inverosimilitud del amor repetida en los halagos
mi cara vomitando sobre el cielo metálico
mi cara en la última frase que a sabiendas viene sin ser brillante.
mi cara con los ojos brotados de luciérnagas
mi cara con una lengua de yaguar que se guarda todos los dientes
mi cara como un tren que viaja liviano por tus genitales
mi cara como el accidente de la belleza de los sauces
mi cara abominable en la celebración de la vejez
mi cara como un martillo que rompe nueces
mi cara en la descompostura de mis singularidades
mi cara antipando tu nombre como el rugir de un manojo de llaves
mi cara con la transpiración del agua bordeando la nieve
mi cara en la saturación del rojo etílico de mis labios
mi cara como un ordenador de aplausos y ademanes y expresiones
mi cara como el cartílago de un perro rabioso chorreando
mi cara como el motor de la alegría del niño con la rayuela
mi cara como la gaceta en blanco y negro de un espectáculo circense
mi cara como el cronos de tu músculo endureciéndose
mi cara como la prohibición del mar
mi cara como el hueso seco que se astilla finamente
mi cara como el descreimiento de la vida sin fin
mi cara como una brizna que se perpetúa en tu cintura
mi cara en la inverosimilitud del amor repetida en los halagos
mi cara vomitando sobre el cielo metálico
mi cara en la última frase que a sabiendas viene sin ser brillante.
2 comentarios:
Su cara como la flor llena de vida, que arrancan como ofrenda.
Su cara que regala sonrisas a los que andan perdidos.
Su cara, anhelo de algunos...
bella , tu cara tiene una sonrisa siempre, bella . Un abrazo amiga.
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