14/1/08

Ocupas



Las hormigas trepan por encima de la porcelana mugrienta. No ocultan su orgullo ni su soberbia expresión de triunfo. Posan sus patitas sobre los esqueletos de mi comida de anteayer. Las cosas se acumulan sobre la mesa, peleando por su territorio, borde sobre borde, incomodándose unas a otras. Papeles. Objetos que serán devueltos a sus dueños antes de algún fin de año o de alguna guerra en algún país arabe. Lápices descansan sobre revistas arrugadas abiertas por la mitad, llaves que condujeron a algún destino querido, sahumerios balsámicos descansan sobre papeles de golosinas. Cajones de roperos abiertos de par en par, rebosantes sin nada más que el aire habitándolos. La ropa acumulada es una pirámide egipcia que sube hacia el cielo razo de la habitación. Prendas usadas en un cuerpo que no fue el mío, telas desdobladas, convertidas en bollitos. Sillas patas para arriba, almohadones machacados contra el piso sin lustre.
Muebles que relucen su nueva textura plastificada de polvo. Olores fetidos, a zapatos viejos, a cañerías, a desperdicios de más de un mes. Estado de abandono. Alguien se ha dormido en la dejadez de las cosas que alguna vez le dieron sentido a su rutina. La casa se desmorona en una asquerosidad afanosa. Sus dueños son animales hambrientos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

María Eugenia:
Muy buenas tus notas. Las que más me gustaron: Delirium tremens. Pulmones de metal. Yo estuve ahí. El gusto es mío.Ojo de tigre y la de las especias.

Anónimo dijo...

También me gustó mucho la entrevista a la Sra. María Teresa de Propatto.
Adelante a seguir escribiendo!!!!!