26/12/08

STOP!






Porque esta ideita que es el termo cumple un año de vida, porque me trajo muchas satisfacciones haber compartido unos mates con ustedes, porque termina un año y para empezar otro con las pilas bien cargadas es necesario tomarse unos champuses para festejar y después unas merecidas vacaciones (aunque este no sea precisamente el caso), porque fue un año de grandes decisiones que trajeron cambios y experiencias nuevas, casi todas tan intensas como enriquecedoras, porque al final eso que dice mi mamá de que escribo bien no es mentira, porque salí preseleccionada en un concurso literario junto a otros doscientos de Latinoamérica y otras tierras, de entre 1800 que se presentaron, porque parece que al final voy a publicar algunas cositas en papel y ustedes van a tener que comprar ese libro, porque de algo hay que vivir y estafadores hay en todos lados, porque la vida es lo más hermoso que me pasó desde que estoy viva y porque se me antoja...


Gracias!! A los que una vez pasaron y se quedaron, a los que se dieron una vuelta y no volvieron, a los que vienen siempre y se bancan los mates espumantes pero también los lavados, dignos altibajos de una escritora neurótica entre otras cosas a causa del mate, a los del futuro, a los que alguna vez me leerán...


Feliz año che...







22/12/08

madre hay una sola y justo me tocó a mi






Mi madre es una señora que va al supermercado, hace una compra de sesenta pesos, participa de un sorteo por una compra gratis del mismo monto que gastó, dice el número diecisiete y gana. Al otro día vuelve con una calculadora y gasta ese mismo monto en botellas de champagne para las fiestas y el vino para las comidas diarias de su esposo.
Mi madre es una mujer que sabe el precio de casi todas las cosas, las fechas de todos los cumpleaños, casamientos y las edades de cada uno de sus sobrinos. Mi madre tiene la memoria de un elefante africano pero es argentina.
Mi madre es una señora que detesta las actividades culinarias y sale de un apuro con una ensalada de tomate y lechuga.
Mi madre no dudará en decirte lo que corresponde que hagas en una situación equis, cuándo y dónde. Si va de viaje organizará su agenda para que no se le olvide nada del itinerario. Llevará todo lo necesario y mucho más por ti y por todos los suyos. Llegará media hora antes de la salida del autobús y le dirá al chofer que baje la calefacción si está muy fuerte.
Mi madre llorará a mares cuando sus hijas estén angustiadas y cuando se suban cada vez al colectivo para alejarse de ella. Se preocupará cuando ve las noticias de incendios, robos y secuestros en los noticieros de Buenos Aires y les enviará un mensaje de texto para comunicarles si hay paro de subtes antes de que salgan a la calle.
Mi madre prenderá velas a San Expedito los días de sus exámenes y le pedirá a San Cayetano que consigan trabajo. Agradecerá por que toda su familia goce de buena salud en la misa y los incitará a que adopten su religión cada vez que se le presente la oportunidad.
Mi madre tiene dos pies tan incrustados en la tierra que te bajará de un soplo cuando te hayas elevado demasiado hacia arriba. Para ella las cosas son blancas o negras pero su color favorito es el verde.
Mi madre concibe el paradigma de la felicidad de una forma pragmática. Es sencillo, ella no puede dejar de ser feliz. Es tan libre como se le antojan sus alas.
La opción de que la vida sea un colchón de geranios siempre resplandecientes y frescos deja de ser utopía para simplemente ser. Tiene el don de convertir a este mundo en un lugar tolerable para mí. A través de su lente todos los dilemas tienen solución excepto la muerte. Mi madre le teme a la muerte más que a nada.
Mi madre te dirá lo que piensa sin ponerle una gota de edulcorante a su pensamiento. Se sentirá ofendida si la hieres y sino le tiendes un algodón cuando sangran sus heridas solo porque sencillamente ella lo haría por ti.
Mi madre es la que baila en todas las fiestas hasta que se prenden todas las lamparitas, la que come todos los postres y la que luego dirá que se siente mal por ello riéndose con toda la panza llena de michelines.
Mi madre es una persona que no podrá dejar de estudiar y de leer hasta el último día de su vida porque encuentra placer en ello.
Mi madre no permitirá que le discutas nada, ella siempre tendrá la razón. Se las ingeniará para que nunca falte de comer en su casa pero no gastará más de lo estrictamente necesario en objetos materiales. Llevará la documentación de toda la familia al día, aún cuando proteste por ello.
Mi madre no se cansará de invitar a mi padre al cine pero ante su negativa no dudará en ir sola. Luego le contará todo el argumento de la película como así también lo que conversó con la señora en la cola del banco, en la parada del colectivo, en la carnicería, en el ascensor con los vecinos y con sus plantas. Asumirá que es devota de las palabras y no te pedirá disculpas por ello. Eso la hace hermosa.
Mi madre comentará lo bello que le ha parecido el actor de la película que vio pero jamás creerá que ese o cualquier otro hombre podría estar a la altura de mi padre.
Mi madre es la mujer de un solo hombre desde hace treinta años y por él ha sido capaz de cambiar de tierra todas las veces que él se lo ha pedido.
Mi madre tiene amigos en los mil lugares que ha vivido y ha empezado de cero sin jamás mirar para atrás con amargura porque el pesimismo no es su aliado.
Mi madre recibe trescientos veinte mensajes de texto y cuarenta llamados telefónicos en el día de su cumpleaños (Sic).
Mi madre es una caja de Pandora, una mujer que ama su vida y la cuida como ninguna otra. Es la mujer más inmensa que conozco, la más valiente, la más auténtica, la más generosa y mientras lo digo me conmuevo. Es un gajito de mi pulmón izquierdo, por eso sin ella respirar sería tan trabajoso como insoportable.

17/12/08

Panic Attack



Que tal vez no haya más noches, ni más días…¿Y qué haremos entonces?, ¿Qué haremos sin los granos de café en las mañanas de julio, sin el canto de las chicharras, sin las alergias matutinas, sin la música de los violines, sin los idiomas?, ¿Qué haremos sin la prolijidad de las hormigas, sin el pesimismo de los periódicos, sin la vorágine de las ciudades?, ¿Qué haremos sin el letargo de las siestas de verano, sin los conventillos, sin la ternura del aire de las mariposas, sin la ornamentación de las enredaderas?, ¿Qué haremos sin el sabor del vino, sin su ceremonia, sin la religiosidad del beso, sin la fastuosidad del arte, sin la tentación del tabaco?, ¿Qué haremos sin las mutaciones del cielo, sin sus garabatos, sin el brillo de los diamantes, sin la artificiosidad de las predicciones?, ¿Qué haremos sin el derrame de los mares, sin la profundidad de los llantos, sin las funerarias, sin los entierros?, ¿Qué haremos sin los payasos, sin los finales felices de los cuentos, sin los avisos del destino, sin el costumbrismo de la cotidianeidad, sin la amargura de los domingos?, ¿Qué haremos sin la brisa, sin las jaquecas, sin el insomnio de la vejez, sin la vejez?¿Qué haremos sin la efectividad de los ansiolíticos, sin el hipo, sin las migrañas, sin la transparencia de los océanos?, ¿Qué haremos sin los calendarios, sin los mapas, sin la física cuántica, sin el Teorema de Pitágoras, sin la fórmula del potasio?, ¿Qué haremos sin los invernaderos, sin las ganas de matar, sin los nervios, sin las puntas de las espadas, sin la belleza de las telas?, ¿Qué haremos sin la memoria de los museos, sin la inteligencia de los ordenadores, sin el lujo de los espejos, sin la crueldad de los zoológicos, sin los placebos?, ¿Qué haremos sin las tizas, sin las mesas ratonas, sin las manifestaciones de la ignorancia?, ¿Qué haremos sin la llanura de las pampas, sin las dobles lecturas ni los dobles sentidos, ni las dobles jugadas?, ¿Qué haremos sin los pilotos y los viajeros, sin los especuladores, sin los electrocardiogramas y sin los cangrejos?, ¿Qué haremos sin la tibieza de la tierra, sin la violencia de los pobres, sin los pulmones, sin las hamacas, sin los anhelos?. Y tal vez ese instante llegue, se extinga el mundo y no tengamos más nada de todo eso.

10/12/08

Música: Una bomba siempre a punto de estallar





Apenas llegué a Buenos Aires, me cruzaba con personas que me iban dictando los sitios a los que tenÍa que visitar y los paseos que obligadamente debía hacer en la gran ciudad, una especie de itinerario turístico que iba de lunes a domingo.-Los lunes, me habían dicho, tenés que ir al Konex a ver La Bomba de Tiempo. Son unos tipos que hacen percusión.
Pongo en práctica la costumbre de investigar al objeto antes de abordarlo, ¿actitud cuasi periodística-antropológica?. Hacer previamente un estudio del objeto que permita acceder al campo con algún tipo de noción o idea predeterminada solo para después darte cuenta que el “estar ahí” lleva a que la teoría adquiera una carácter harto diferente reformulándolo todo.
Leí que La Bomba de Tiempo empezó con esta propuesta de percusión a través de ensayos todos los lunes y luego se abrió al público a medida que el boca a boca empezó a llenar “la cancha” (como le dicen ellos) de gente y de a poco esas creaciones se fueron transformando en shows.
Santiago Vázquez, el director del espectáculo, lo explica así: “Yo, como público estaba deseando poder ir a bailar con música de percusión, como sucede en otros países…Pero generamos, además un espacio de encuentro social. Así como improvisamos escuchándonos a nosotros como músicos, también lo hacemos con el público. No solo con los oídos, también con el corazón y el cuerpo. Y con los ojos, ya que ver lo que le pasa a la gente en una situación y en otra es parte del juego. Hay muchos grupos interesantes de percusión, y muy buenos, pero la mayoría de ellos hacen recreaciones de cosas que pasan en otros lugares. Faltaba un grupo de percusión que genere algo nuevo, bueno o malo pero diferente. El lenguaje de La Bomba está definido. Aunque sea improvisación, no tocamos cualquier cosa. Es necesario que quienes integran el equipo tengan una formación conceptual, que puedan tocar un tambor pero también pensar racionalmente la música, analizarla, desglosarla, darla vuelta y aun así estar gozando y bailando, algo bastante exigente”. (Pag 16. Experiencia Konex, 04. Sep-Oct-Nov ‘08).
Leí también que la idea de trabajar con grupos de improvisación dirigidos por señas provino de Lawrence “Butch” Morris, un director estadounidense que propugna un estilo similar al Free Jazz que no es música de percusión ni bailable.

Leí que La Bomba de Tiempo usa un sistema de aproximadamente 70 señas realizadas con varias partes del cuerpo, con las que el director coordina toda su improvisación indicandole a los músicos los cambios de compás o subdivisión, figuras musicales, dinámicas, ideas de forma, repeticiones, modulaciones rítmicas, etc. Lo que intenta el director es darle los puntos de partida para que ellos mismos hagan nuevos aportes. Cada pieza es como una comida donde cada uno agrega los ingredientes que más le apetecen. Un menú que nunca saldrá de igual forma.

Estoy próxima a degustar el menú, rodeada de hombres y mujeres de todos los colores y nacionalidades, la mayoría de un promedio de menos de treinta y cinco. Hay una cola de una cuadra para entrar. Corren las cervezas, abundan las rastas y los volanteros de fiestas regaee. El sol quema todo lo que perdura sobre la tierra. Me siento en el piso para presenciar el ensayo. Son dieciséis, cada uno con un instrumento distinto. Se van rotando para dirigir. Algunos se mueven histriónicamente, otros apenas esbozan dibujos sutiles con los brazos y las manos. Se divierten, yo también. Podrían pasar treinta y cinco horas y yo seguiría ahí, tratando de entender algo que no tiene lógica, que es puro impulso y ritmo. El ritmo, esa cosa natural a la que no le damos trascendencia pero que nos acompaña desde que nacemos con las primeras notas graves que oímos dentro del vientre de la madre. El ritmo es la base de cualquier experiencia musical y como la música, está presente en todas las acciones que hacemos. Solo tenemos que estar atentos para oírlo. El ritmo de tu heladera, tus pasos cuando caminas, el paraguas cuando lo abrís, los dedos sobre el teclado de tu computadora, tu respiración.

Se monta el dispositivo

Son las ocho, el ensayo terminó. Las descomunales y naranjas escalinatas de la Ciudad Cultural Konex se preparan para recibirlos a ellos, que entrarán vestidos con remeras rojas. Un gran número de equipos va a hacer estallar un predio donde a esta altura, una aguja de tejer estorbaría. Hace demasiado calor. Pero hay mucha cerveza. Las tres francesas que están a mi lado están felices de estar en Buenos Aires, dicen que se van en un mes y es la tercera vez que vienen a ver La Bomba. Es muy bueno, acotan con un vaso de esa bebida espirituosa en la mano.
Abundan los alemanes, yanquis, mexicanos y españoles. Me dan ganas de preguntarles si esto es mejor que una fiesta europea. Me quedo con la certeza de saber que es mejor que la mejor fiesta rave de Buenos Aires.
Adelante, los osados saltan y agitan los esqueletos caprichosamente. Predominio de emociones. Es la conocida reacción del organismo que se convierte en un bombeador de adrenalina. El ritmo cardíaco se acelera, la visión se agudiza y se desvía sangre a los músculos.
En términos psicológicos se explicaría como un exceso de líbido que se manifiesta a través del ello.
Los más tímidos se quedan atrás. No hay uno que se quede quieto. ¿Qué clase de ser humano puede mostrarse indiferente al compás de los tambores. El movimiento es un viento arrebatado que arrastra a su antojo a una marea humana de corazones y cuerpos, transportándolos por infinitos estados. La relajación y la tensión se suceden impasiblemente como mecanismos que provienen de un mismo motor. De pronto un teclado hace chirriar los dientes. Hay un aplauso. El director dice algo que no importa que es. Los tambores explotan. Y entonces el resurgir de un impulso vuelve a llevar al cuerpo al extasis. Transportaciones. Milagros que solo la música tiene el don de generar. Si esto no es fluir, entonces ¿qué es?. ¿Hay una forma singular de expresar el cuerpo cuando es invitado a tomar vida al ritmo de los tambores?. Si la hay. Todos los lunes en el Konex un montón de personas te lo van a confirmar.

2/12/08

ERRE





Acabas de decírmelo y ya rebozo de alegría. Cuento con mis dedos pequeños los pocos días que le quedan a mi tiempo sin vos. Inmensa Erre. Erre de regocijo. Erre de risa. Erre de rama que me sostiene mientras me lanzo a nuevas aventuras. Erre a la que dedico el impulso de arrebatar el teléfono de un solo salto cada vez que me quiebro. Erre que un día también tuvo que irse para crecer. Erre que también se golpea y flaquea. Erre que goza gozosa. Erre que se ilusiona y llora. Erre que casi nunca llora. Erre que me rescata del inconsciente. Vaya si existe para Erre el inconsciente. Erre que se sorprende de mi naturaleza y me dice: -Siempre le encontrás la parte poética y divertida a a tragedia cotidiana... es envidiable. Erre, mi preciosa Erre. Un castillo. Una chispa. Una cascada de vértigo. El sombrero de un mago. Las mil historias de un libro de cuentos. Erre, escandalosa Erre. Mi casa y yo aguardamos tus pasos. Despreocupadas, remotas de dolores andamos desde que anunciaste tu visita. Desquiciadas, anchas se esparcen nuestras lindes que codician tu presencia. Mi casa y yo. No somos mas que la determinación del tic tac de mi reloj. Erre, un destello caprichoso de mi dicha. Los paseos que descojonaran nuestros pies, deseosos de andar andariegos correteando juntos, de lado a lado, de mi lado y de tu lado, abarcando todos los deseos. Mi ciudad. La que te quiero regalar. Los colores que nos esperan para pintarnos de gritos furiosos. El abrazo irreprimido que palpita la espera. Todo lo que de mi aguarda por vos. Erre, no puedo contener la adrenalina que drena por dentro de mi estomago, revoltosa, impaciente. Una sola frase y mira como estoy. Te atreves a darme tremenda noticia para dejarme el corazón hecho un pajarito enjaulado. Y ya no puedo hacer más que saltar inquieta por los techos adivinando las formas de las nubes del cielo que te traerá. Igual que lo hacia Bautista. Las piernas colgando sobre la vereda. Erre, impredecible, inabarcable Erre. La caja que custodia todos mis secretos. Erre, que lo conoce todo de mí y no me juzga. Erre, la viñeta de comic en la que las vocales se salen de los globitos desconociendo los marcos. Erre. Una espuma de verano te trae. Estas viniendo, te oigo, te siento, te huelo con la garúa de esta mañana, vienes viniendo. Vole por pedido de un cuerpo que me dolia, en busca del anhelo de vos y ahora mis alas te traen hacia mi en un vuelo, vienes y te espero de cuclillas. Preparo todos los sonidos que te voy a regalar, los enumero y los envuelvo, todos ellos y yo te esperamos para estallar de sonoridad…