30/6/09

Las negaciones II

No quiero la sobredosis de seconal sódico de Alejandra
No quiero hundirme en la locura de Strindberg
No quiero el fusilamiento aberrante de García Lorca
No quiero el ahogo de Tenesse Williams con la tapita del frasco de tranquilizantes
No quiero la tuberculosis de Chejov
No quiero los tormentosos insomnios de Kafka
No quiero los montones de piedra en el bolsillo ni el río de Virginia
No quiero el pulmón obstruido de Beckett
No quiero el mar de Alfonsina
No quiero la muerte de la poesía
Nunca más.

26/6/09

Las negaciones I






No quiero cruzar este puente y tomar la baranda con el estornudo
No quiero evidenciarme ni trascender ni mucho menos prevalecer
No quiero tirarme al vacío desnuda y sin mis botas
No quiero la cepa del vino ni la carne mojada ni el músculo mascullado
No quiero realidades cortajeadas con tijeras a la manera de tu conveniencia
No quiero el crepúsculo en la poesía
No quiero deseos de veinticuatro horas disolviéndose como semen por la cama
No quiero camadas de gaviotas ignorándome pasar
No quiero banderas ni estandartes de mundos quejosos
No quiero que inmediatamente después de estas palabras te des por aludido
No quiero heredar el viento en la cara ni el frío en las falanges
No quiero más la reiteración de mi nombre
No quiero estrangular la fragilidad de mi ser con un anillo
No quiero que mires la foto como si fueras a comértela sino vas a comértela
No quiero incrustarme en el rojo de mis letras
No quiero más intuir la sorpresa de la pérdida
No quiero dejar de merecer tus labios
No quiero desaparecer tras la música del agua en la bañadera
No quiero prohibirme el relámpago de hoy ni el cigarrillo de mañana
No quiero esforzarme para quererme en los llantos.


N de R: la foto del Titicaca fue tomada por la dueña del termo el 12 de febrero de 2007 en Copacabana, Bolivia.





24/6/09

De puerta en puerta




De repente nos entra

un amor desmedido por el prójimo,

una ternura incontenible.

Nos sentimos de golpe

como el canalla moribundo

que pide perdón a manotones.

Y vamos de puerta en puerta:

queremos dar nuestro plato de sopa,

el cigarrillo que nos queda,

arrancarnos un ojo y decirle:

a ese alguien, el prójimo:

-Mira con él la lluvia o el otoño,

apenas si lo he usado,

es el izquierdo.



JAVIER VILLAFAÑE



Cien años no son nada Javier, te queda toda la vida por delante...

21/6/09

24






Siempre le sucedían esos pensamientos mientras volvía en el 24. A menudo casi todo terminaba en el 24. Pero esa noche tuvo un arrebato, una cosa que le salía hacia fuera como un vómito, un dardo que se salía del blanco, un corte en la respiración, un sentimiento que se le plantó determinante, un dejo de… nisiquiera supo que nombre ponerle, cómo llamarlo. No tristeza, ni dolor. Nostalgia. Quiso bajarse de inmediato y quedar de cola en el asiento de atrás de la bicicleta de la chica que venía al lado de las ruedas del colectivo. Uno o dos momentos. Si le hubieran dado a elegir quizás tres. Su inminente llegada a la ciudad, la música electrónica, la moto y el pelo todo revoleado, los labios partidos y bailar bailar y bailar… shalala shalala shalala la…Ella con la inminencia de una mujer que tiene sangre correteando a borbotones en exceso por sus nalgas. Ella con la felicidad de la inmediatez artificial, con la suficiencia del tiempo presente. Ella adoleciendo sin adolecer. De vez en cuando un mail amedrentando cada coordenada de la geografía de sus dedos. Todo el cuerpo esperando para arder. Todos los sentidos esperando para arder. Todo el cielo a la espera del incendio. ¿Dónde se fue el fuego?, piensa. Y no es que no la haya movido de lugar la última hora y media haciéndose pasar por un Papa que ha sido sodomizado, sentada en ese sillón presidencial, decir las cosas que dijo, hacer las cosas que hizo mientras miraba abrazarse a esa pareja, luego fijar los ojos en el otro chico que rodeaba a su chica por detrás, encontrarse con los suyos de vez en vez y pensar mientras tanto que sentido tiene mirar al hombre de otra y que sentido tiene que el hombre de otra la mire. Pero después, el regreso es el regreso. Ella en el 24, diciendo para sí: -acá va a doblar, no todavía no pasó por Lavalle, qué desolación Once de noche. Y contar de nuevo los meses. 15. ¿Eso es una buena cantidad de tiempo?, ¿la duración del tiempo es un eufemisnmo? ¿que importancia tiene el tiempo?, ¿cúanto me queda? que extraño... su vida era la vida de alguien que ahora pensaba en aquella tarde cuando se sentó sobre su acolchado azul y le dijo no me lo digas porque yo ya lo sé, te vas a vivir a Buenos Aires. Si claro, ella sabía que podía contar con ella, contar de veras contar… pero tenía que irse porque se estaba asfixiando. Tuvo que elegir. Elegir es fácil, pensó. Lo difícil era convivir con las propias decisiones, como le había dicho Jota. No caminar por las aceras con la intuición de que iba a tropezar con sus lentes negros. Y empezar de cero. Como cada día. Y llegar al medio. ¿Esto es el medio?. Y remar. Y ahora dejar de fumar. Y remar. Y comerse un kilo de palitos de la selva, tres paltas enteras con limón, pensar en escribirle una oda a la palta; pero ni por asomo fumar. A veces la pinchaba como un escarbadiente adentro, un antojo de romper, sórdidas, repugnantes ganas de gritar. Y el mundo a esta altura estaría diluyéndose en los ojos del chico que la miró y ella ya no está en San Telmo y no es una actriz que juega con la cordura, con las fantasías de los demás. Solo es una mujer que baila baila y baila. Shalala shalala shalala la…
Qué bueno que me invitaste Vic, piensa, yo sabía que tenía que venir, me conozco el recorrido del 24 de memoria.

15/6/09

Aflora





Mientras medio mundo en la ceremonia del dormir


Mientras las alas en la inercia del desgano


Mientras mis cervicales te miran de reojo


Mientras la hora en la que había planeado irme es una anécdota simpática


Mientras me levanto de la butaca del teatro con furia


Mientras me olvido de que es Buenos Aires


Mientras somos nosotros los que danzamos


Mientras mis muñecas flamean al compás de un par de cuerdas


Mientras la noche se extinguió sin que nos miraramos más de mi cuenta


Mientras no asumo mis escalas mentales


Mientras me desparramo sobre mi amplitud de criterio


Mientras los techos persisten lúgubres


Mientras creo que me confundo mirando parpadear a otros


Mientras el humo


Mientras los hurones


Mientras el algarrobo blanco


Mientras la aurora


Mientras soy un perro de Pavlov respondiendo a tus condicionamientos


Mientras si me tocas me desquicio pero no me tocas



Mientras te ocupas de darle trascendencia al segundo en que el cigarrillo aprieta mis yemas


Mientras las conmemoraciones


Mientras el ardor de mis besos acá


Mientras el gato estirado


Mientras te uso para ser feliz con lo que puedo


Mientras sucumbo ante las veces de tu neurosis


Mientras


Todo el poder


Y toda la gloria


Por el celeste de tus ojos galopando manso sobre las vigas de mi alma,

y porque antes fue azul...


Amén.


13/6/09

Las disconformidades



Sólo por hoy, no tener que bajar las escaleras para ir al baño, contar con un lavabo justo al pie de mi cama donde lavarme los dientes cuando me despierto por las mañanas para poder dejar mi cuerpo en la exacta posición que había tomado durante la noche. Supongamos que no tuviera que agarrar la lapicera ni doblar las piernas para sentarme en esta silla, no tener que poner en funcionamiento mi estructura mental siquiera para encontrar la coherencia, la cohesión, la sintaxis, supongamos que no existieran las malditas mediaciones, que las cavilaciones no se fueran con mis urgencias de llamar (lo), que el tiempo sirviera a los fines de ser diluido en una cucharita como un ácido, que el aire no estuviera infectado por la respiración de todos esos otros a quienes desprecio, que la quietud no pereciera la mayor parte de las veces estropeada en su esencia por los quejidos de las voces humanas, porque la gente habla porque tiene miedo de que alguien adivine sus oscuros pensamientos. (Ay, los silencios… que pena me da la sepultura de los silencios!. Verlos morir así, sin sentido las más de las veces, en sustento de la estupidez… )
Sólo por hoy, ser un japonés, articular como un japonés, vestirme como un japonés, meter el cuello adentro de este pulóver como un japonés. Tener que ponerme el luto blanco y correr por las veredas de Tokio en busca de una petaca de sake por el precio de cinco yenes.
Y merecer la vida, merecerla de veras, no faltarle el respeto así, como si me estuviera dada y no le debiera nada, merecerla con furia, en las entrañas, en las acciones, en el discurso, en los despertares, merecerla.


Fotografía: Andrés Acha

10/6/09

Afonía







No a lugar/Sur o no sur/El tiempo es real/Voy a bajar/Fabiana Cantilo/Man Ray/La portuaria/Bajo fondo/Compré en el subte/No tienen hogar ni plata/Alguien se murió de cáncer/La revolución es un sueño eterno/1285/Me dolía/Ella le hacía la hinchada a mi doctor/Si pudiera no me hubieran operado/Lo peor es cuando alguien está en la cocina y querés llamarlo/Flash con ésto a las nubes/Música para pastillas/Fui a una fiesta hace poco/White Horse/James y Peter/Todos gays/Mil bolas juntas/Drew ese día se volvió loco/Fue el día que llegó/Tango color/Te deja por el bandoneón/Los músicos tocan y no garchan/El contrabajo en el tango/Es como el bajo en el rock/Te doy pensión esta noche free/Hay que comprar el disco/A los músicos nacionales hay que comprarles/Bowie bajó/Se escucha mejor/Cuántos discos tienen/Me mandó un mensaje/Chapatín/Gracias! Cuidate un beso/Estoy cerca de tu casa comprando empanadas/Buenos recuerdos/Todo lo desenchufado/Acordeón con teclado arreglos/Gorda/Los Fernández Fierro/Almagro/Yo fui a Barhein/Un boliche electro en Lavalle/Pero todos los días no se toca en el obelisco.


Nota al pie: la hermana de la autora del blog ha sido sometida a una cirugía de las cuerdas vocales. Esa fue su única forma de expresarse durante varios días.

7/6/09

La ví y me gustó

El boca en boca en teatro es la mejor publicidad. Acá van algunas recomendaciones de obras que están en cartel.

  • Acassuso. (dir. Rafael Spregelburd). Teatro Andamio 90
  • Albina. (dir. Mónica Salerno). Teatro del pueblo
  • La Funeraria. (dir. Bernardo Cappa). Sportivo Teatral
  • Los desórdenes de la carne. (dir. Alfredo Ramos). Teatro del Abasto
  • Luisa se estrella contra su casa. (dir. Ariel Farace). Espacio Callejón
  • Mamushka. El Club de Los Trapecistas
  • Sujeto Tácito. (Los Sutottos). Ciudad Cultural Konex


6/6/09

La Turuleca Producciones






Empezó así como empiezan las trascendencias, sin demasiada cháchara, sin anuncios rimbombantes, bajito como un susurrito oyéndose a lo lejos. Durante las tardes de enero en Embalse en medio de los aguijeritos que le deja el tiempo a la libertad. Las manos sueltas, las ganas de crear. Melisa me inició en el arte de los caracolitos. Y después seguí. Entusiasmada, ensimismada, buscando la prolijidad y la perfección en la manera de enrollar tela con tela, color sobre color. Y ahora no puedo parar. Y quiero mostrártelos. Aquí están, los huevos de la gallina turuleca. Prendedores, vinchas y chuflines para nenas ñoñas como yo. Detalles. La vida es una suma de pequeñas cosas. Mínimos detalles.

La idea es que empiecen a pulular por ahí, adornando cabellos, colgados de pulóveres, carteras, bolsos, abrigos y demases. Podés tenerlos por 6 y 8 pe.

4/6/09

Falda de letras




"Cuando sea grande quiero ser escritora". Habré tenido once o doce años cuando lo dije. Casi con la misma cabeza de niña que ahora. Escribía cuentitos en un cuaderno de tapas azules Rivadavia. Todos con finales felices. El tiempo pasó y atravesé un montón de sensaciones. Me fui y volví muchas veces, me perdí y me encontré otras. Nunca dejé de contarlas en un papel. Siempre en silencio, como si tuviera miedo de la precariedad de mi memoria. Los cuadernitos mutaron hacia blocks cuadriculados, agendas anilladas u hojas oficio sueltas. Hace un año y pico abrí este espacio para compartir y dejar de guardarme. Abrí La Caja de Pandora para dejar salir las palabras. Mi misión es ser una eterna loca buscadora. De olores, de colores, de experiencias, de sonidos, de formas, de intereses diversos. Siempre volando por ahi me voy...
Hacer foco no es lo mío. Actriz, narradora, artesana, comunicadora social, y al final parece que ahora también soy escritora. Esta es mi primera publicación. Seis textitos en una antología de otros colegas latinoamericanos. Un concurso en el cual salí seleccionada. El que quiera tenerla en su biblio, me la pide. A solo 22 pe. Lo que vale un Santa Julia Roble.