28/4/09

Plus cuam perfecto



Si hubiera/hubiese…
un final estruendoso
no haber precisado gritarle pelotas, pelotas, pelotas, tres veces pelotas
Si hubiera/hubiese…

un beso ajustado,
una lágrima en forma de cangrejo, que se olvidara sin ton ni son un mi menor arremangado irremediable en las cuerdas de su guitarra
Si hubiera/hubiese…

un kilo más de su memoria,
que plastificaran juntos las rejas de la medianera que los separa,
que con todos los saquitos de té que se bebieron enebren la trama de un cubrecamas.
Saber cómo era la voz de su mamá,
cómo llamaba a su amigo invisible, de qué color fue su primera bicicleta.
Si hubiera/hubiese
...
no haber tenido que pronunciarle código
, sacar a relucir el anecdotario compartido a la luz de su velador, un portazo al menos que dejara a la cerradura como una palangana.
Si hubiera/hubiese…
que le obsequiara un boleto de colectivo capicúa
alumbrarle las piernas mientras se bañaba
una cartografía de las líneas de sus manos
su tensión en el rostro como una bifurcación del apetito.
abrazarse con los tedios de sus disímiles artes,
que se perpetuaran en el blanco de su pared todas sus diapositivas.
Si hubiera/hubiese…

librarse sin dolor de las repeticiones de su libertad de vinílico

creerse que su corazón no es de la misma materia que una agua viva
Si hubiera/hubiese…

sido un reto preguntarle
si la temperatura de sus pies puede medirse en milibares, qué exactos resonadores resuenan en el canto de sus silencios
Si hubiera/hubiese…

algún que otro desbarajuste entre sus globos oculares y sus párpados que lo inmovilizaran justo ahí cuando le dijo nunca más
Escuchar bonita, bonita, bonita, bonita quince lluvias más y que el miocardio se le suspenda en la b.





24/4/09

Análisis sintáctico de oraciones

Quiero ser el sujeto expreso que te estrelle ardorosamente contra tu predicado.
El complemento que acompañe tu núcleo vaya adonde vaya.
El circunstancial de tu lugar, tu tiempo, tu modo y tu causa de esta hora de ahora.
El objeto directo al que aludas cada vez que quieras invocar el verbo querer.
El sustantivo propio al que le dirijas todas tus ideas revolucionarias acerca del amor.

18/4/09

Efectos espaciales






Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
siete fotogramas en blanco y negro,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
El incienso ardiendo en las esquinas,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Ocho poemas salpicados en el yeso,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
veinticuatro postales de cartón,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Su música en sus infinitas manifestaciones,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Sus seis cigarrillos diarios,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Las cuerdas de su guitarra piojera,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
La ancha franja de las exclusiones,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Ella con su letrero en la espalda “Deme un cross en la mandíbula que me gusta”
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Su pedido dictatorial “Si va a entrar, dejesé sus zapatos afuera”
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Las vísceras y todo el cuello retorciéndose en soledad
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Los ojos claros de un solo hombre que tuvo el tupé,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Los caracolitos, el caleidoscopio, la armónica, los títeres, las narices de payaso,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Las marcas del tiempo arrojándose en tropel por las escaleras,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
El encanto de sus dieciséis pañuelos,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Los traspiés de sus caprichos azucarados,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
El susurrador de poemas,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Su cielo bien abajo,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Su cama bien arriba cerca del cielo,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Su diminuto ropero destartalado,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Las dislocaciones azarosas de sus muslos,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Sus constantes errores de apreciación,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Las vacilaciones siempre trilladas,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Los tangos furiosos vespertinos
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Un espejo condescendiente,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Burbujas de aire oxigenado pululando,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
La energía buena que se empeña,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Las tensiones haciéndose trizas contra el suelo,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Un montoncito dispuesto y atento de palabras,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Un territorio de jurisdicción exclusiva,
Detrás del vaivén de 1.20 x 4.20,
Un estado soberano con leyes delirantes,
Detrás del vaivén de1.20 x 4.20,
Ella y sus partes, que a veces son un todo.

10/4/09

El puerto

-Estas triste, se te nota a la legua…
-Vos arrancá nomás, despejarme un rato me va a venir bien.
-Pero yo pensaba ir directo al telo. Hace dos meses que no te veo.
-No, ahora no. Llevame al puerto. Quiero oler. Mirar los buques cuando descargan. Sentir lo mismo que sienten los pescadores cuando están ahí.
-Está bien, como quieras. ¿Tenés un pucho?
-Tomá, no tengo fuego.
-¿Qué es esto? ¿Ahora fumás armados? Lo único que te faltaba, que te hagas vegetariana vaya y pase… ¿qué carajo te pasó? ¿quién te lavó el cerebro? ¿fue el chabón ese?
- A mi nadie me lava el cerebro. Qué vas a entender vos... tu percepción del mundo es limitada. Estar fuera del rango de la normalidad es lo mejor que te puede pasar. Pero vos, lo que te da miedo, lo anulas, no existe. Agarrá por acá, es más corto. Tenés una baranda a vino que mata. ¿Te hacen el test de alcoholemia acá?
-No entiendo como todavía crees en los hombres. Si somos todos unos pelotudos que pensamos con la pija. Te dije que te ibas a hacer mierda. Esa especie es la más jodida de todas. Los artífices de la palabra. Viven en un metro cuadrado, todos mugrientos, tocando la guitarra y hablando de filosofía. Como si al mundo le importaran sus teorías revolucionarias. Dicen que son artistas, bohemios, que la música los completa, que son rehacios a las cosas concretas. ¡No les conviene vivir como viven todos, que es bien distinto!.
-¿Qué es concreto para vos?
-La pija.
-¿Un pedazo de queso?
-No hay nada más concreto que eso. Cortar un pedazo de queso y comérselo.
-¿Te asusta saber que sos mortal?
-Tas en pedo… La vida es una herida absurda, como dice el tango. Yo ya me morí mil veces. Tres cortes de cuchillo en el pecho. A cada rato me muero y siempre con los zapatos puestos.
-¿Te acordás el cuento que te conté?, ¿el de Adela?
-¿El de la mina esa que era tímida y vivía con la cabeza adentro de una bolsa?
-Si ese. No me puedo sacar de la cabeza el dibujito donde ella está parada en la calle, es domingo y no se oye nada. No se mueve ni una planta. Y se pone a llorar. Y llora tanto que llena su bolsa y después le crece un jardín adentro.
-Me haces acordar a la Yesi, siempre que está triste se pone con la nariz contra la ventana y se queda mirando para afuera, como dos o tres horas, así suspendida.
-Pará acá.
-Está muy oscuro gringa, no me gusta nada a esta hora el puerto.
-Yo me bajo. ¿Te quedás?
- No, esperame. Dejo las luces de la chata prendidas. Si te ven con esa pollera sola te van a violar.
(Baja ella primero de la camioneta. Se dirige caminando directamente hacia el faro sin dejar de mirar hacia el horizonte. El se apura para alcanzarla).
-Pase lo que pase el mar siempre va a ser azul.
-Al menos eso.
-¿Te acordás de la noche que nos conocimos?
-Si, me dijiste que estabas harta de decir lo que pensabas sin pensar en lo que decías y lo desafiaste al chabón del kiosco a meterte todos esos chupetines juntos adentro de la boca.
-¿Por qué vos y yo nunca nos enamoramos?
-Porque a vos no te gusta chuparla.
-¿Por qué no tenemos un hijo?
-Porque no hay densidad suficiente. Un hijo es algo demasiado concreto.


...

9/4/09

Con aire francés




"A veces me asusto al verte dormida, tan hermosa como una princesa encantada. Entonces el hielo parece rodearte con puntas afiladas como estiletes. Un solo gesto, o un pensamiento temeroso, aun involuntario, parece fatal. Lamento no ser todavía el príncipe que pueda despertarte. Tendrás que dormir durante quinientos años, hasta que yo llegue a ser el que debo ser, concentrándome en el vidrio empañado del tren, esta noche, entre los conscriptos y las familias de campesinos, rumbo al Sur. Sabés que solo así voy a salir de este juego de debilidades, y a dejar de comer pastel en esta interminable hilera de cumpleaños.

No quiero ser sincero. Las justificaciones y las confesiones son para los moribundos. Yo quiero la verdad.


Nunca sabrás cuantas veces, acostado a tu lado, me asaltó esta necesidad de salir corriendo por las calles y ya nunca detenerme, de reventar en mil pedazos como una gigantezca supernova. Ni nunca sabrás nada de los tribunales de semidioses que juzgan y rechazan cada acto de mi vida, ni de la melancolía por los años perdidos que se va volviendo la única alegría del que se queda esperando. Ni de cómo estos absurdos intentos por convertirme en un hombre normal están desgarrando mi cuerpo y mi alma hasta límites imposibles".



PABLO KRANTZ



Músico y escritor argentino nacido en 1970 en Buenos Aires y radicado en París, Francia entre 2002 y 2007. Allí ha publicado un disco de canciones, dos novelas y un libro de cuentos (en francés). En Argentina publicó tres discos y dos libros de cuentos (en español).

Este texto fue de "Dame un coche tan rápido que no lo alcancen los recuerdos". Actualmente vive a mitad de camino entre ambos países.


Escuchalo por acá: http://www.myspace.com/pablokrantz




5/4/09

Miniaturas






¿Qué somos en las ciudades?

el garabato de una pared pintarrajeada para tapar huequitos... ¿y si de tanto mirar me quedo pegada?

un piolín cansado y cachuzo pendiendo de un barrilete descolorido... ¿y si lo suelto? que pasa si lo dejo ir? que vuela! vuela alto, tan alto que cruza todo el océano, el meridiano, los continentes, todo el ancho de la llanura, los ríos y va en tu busca...

una esencia que huele a arándano derritiéndose por tus caderas y el sonido de las alas de un colibrí golpeteando furioso en el agua…


¿quién le contesta a los pajaritos cuando silban?

el arco iris, empachado de colores fluorescentes, soberbios aires multicolores.

¿y si me trepo? ¿quién dijo que no me puedo subir? ¿acaso el mundo solo está hecho para gigantes?


¿alguien sabe descifrar los ladridos del perro de mi vecina?

¿qué hacen los buhos de día?

¿es verdad que si me como un chicle me va a crecer un bicho en la panza?

la inconmensurable meseta que traza el desgano, los pies secos, la expresión enjuta, el pecho ajustado, apenas un interrogante: ¿qué hacer con la tristeza?,

¿se irá si le echo agua encima como a las hormigas?, ¿cómo ahuyento sus deslices? ¿será que las penas de veras saben nadar y no necesitan manguitas del Pato Donald?

La próxima vez que te vea pasar, me cruzo de vereda y no me importa nada que estén los canteros rebasados de chicos, que si me hago la tonta y agacho la mirada no pasa nada.

Si vas en el colectivo, te niego mi asiento sin dejar de mirar la luz roja del semáforo.
Si me hurgás insistentemente en la cola del supermercados, me escondo en la góndola de los dulces de pera.

Si tocás el timbre de mi puerta, pongo mi banquito detrás, me paro encima y empujo con fuerza, apago los farolas de mi patio y cuento hasta trescientos veintidos.

Si te me apareces entre los fideos caracolitos de mi sopa, vuelco el tazón en la comida de mi gata Ada, que se toma todo sin chistar.


Y ya basta! que hoy hay un sol redondo como un anillo que me guiña el ojo desde la ventana y nada de tristezas…