24/3/10

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Let´s go to the party

Tengo un plan A en la etiqueta de un Philip Morris y en el reverso un plan B. A simple vista el panorama es poco prometedor. Pasada la hora y media pienso: esta fiesta se viene a pique. Y yo no voy a levantar los escombros. Pero el pasado está a punto de meter la cola. Lucía anuncia que él llegó. Entonces todo se confunde y ya no sé si es ella o soy yo la que está a punto de escupir el corazón. Ellos se reconocen, se incomodan, se rien, se lamentan. Dos horas más tarde ella tiene que pedirle un abrazo. Cuatro años antes a ochoscientos kilómetros los abrazos nos pedían a gritos a nosotros. Tengo la boca seca. Y la sensación de los restos del músculo viscoso debajo de la lengua.


A rodar, mi amor
Mi plan A pregunta: ¿Leíste a Heminway?. Tengo los cuentos completos. Probá escribir de noche. Y de amor, pienso. Todas las miradas de la fiesta están clavadas con tachuelas en nuestras espaldas. Quiero hacer abuso de mi libertad. Quiero actuar con impunidad. Hace dos horas perdí la punta del ovillo. La mitad más uno de la fiesta tiene cordura. Acaso eso me detenga. Más del ochenta por ciento tiene una razón para fingir. Yo no tengo ninguna razón para estar sobria. Hay demasiado porro. Y demasiada porra en tu cabeza. Como en aquella fiesta. Cuatro años menos, una mujer morena y un pasaje a Buenos Aires sin usar. 


American beauty

Plan B. El rey de la fiesta. Tan inalcanzable como guapo. Conozco solo a tres personas en los dos metros a la redonda que me circundan. No figuran en mi lista de amigos. Aunque por momentos se les parecen. Más del cuarenta por ciento de los invitados guarda secretos. Y de los oscuros. Más de la mitad no se reiría sino hubiera fumado cannabis. Más del veinte por ciento fueron infieles entre sí alguna que otra noche. Ninguno sabe cuántas noches como esta terminé vomitando una verdad sobre mis piernas. Está a punto de llover fernet. Chorreo. Me pisan. Sufro. Fumo. Me contengo. Río. Qué suerte que viniste J. Bailamos. Fluyo. Nuestra amistad es de chocolate. Y te vas antes de probar la chocotorta. Qué lastima.Yo tampoco me hubiera retenido. Delante de mis narices, mi plan A tirita. Desesperada, saco a relucir el plan B. Es guapo. Ya lo dije. Y lo sabe. Jugar a ese juego es trillado. Los lugares comunes de la conquista. Quiero decírselo. Estás hecho de plastilina. Quiero moldearte a mi antojo. Construir la proa de un barco sobre tu pelo. Y volver a peinarte. Como un marinerito. Disfrazarte de marinerito. Y lanzarme a nado en tu mar. Pero me sale pedirle un cigarro. Daría lo que tengo por dibujarle un vampiro sobre la espalda. Confío. No tomo ningún recaudo. No tengo ni un solo secreto bien guardado. Las frases se agotan.


My only friend, the end...

El pasado otra vez metiendo la cola. Siempre hay una ex novia dispuesta a cagarte la vida. Quiero decírselo. Los fracasos de Lucía son una réplica de mis fracasos. A la hora en que el sol se cruza con la luna, ella llora abajo de una parra. El se fue y le dejó el corazón estrujado atado apretado con una cinta roja y verde. Vos y yo nos fuimos juntos con la resaca. Cuatro años antes. Una fiesta que nos reencontraba. Un plan que apenas se dibujaba. Y un amor que se estrelló como una avioneta contra un pasaje a Buenos Aires.



4 comentarios:

Lucia Loydi dijo...

GRACIAS.
QUIERO TE.

María Eugenia dijo...

y yo a usted narizota.

Ceci dijo...

Quiero decir algo, pero no se qué. Es demasiado lindo este texto :)

pliplo dijo...

sublime... sublima...