10/4/10

cuerpo a través de

La respuesta es sí. Desnuda. Y sí. Soy audaz. ¿Era eso lo que querías saber?.
Le contestó al chico de la remera rayada.
Al principio la exigencia de quedarse quieta le resultaba engorrosa,  se acalambraba mucho, pero con el transcurrir del tiempo aprendió a disfrutar del desafío.
El día que posa es un día especial para su cuerpo siempre. Lo estira, lo masajea, lo limpia. Como si fuera un felino. El cuerpo se hace evidente. Sucede que ese día debe acordarse  que lo lleva puesto. Recién pasado un mes incorporó el concepto de quietudSe aprendió en la quietud. Se encontró. Entendió como cada hueso se unía a otro a través de un encastre. Y así con cada músculo y con cada capa de la dermis,  con cada cabello que colgaba sobre el hombro. De qué estaban compuestas sus partes. Entendió su cuerpo como una maquinaria. Y supo que el movimiento es irrepetible. Somos como marionetas dirigidas por la mente, se dijo. Cuando desarmaba una postura y luego quería volver a quebrar la cadera tal como estaba no le era sencillo. La repetición. Trazar trayectorias con los miembros. Girar. El escorso. Crear ángulos por donde puedan verse las sombras. Y ser una forma, líneas perpendiculares, que convergen o tienen puntos de fuga. Un simple dibujo para los otros. No es María, dice Renate. Hagan como si ella no estuviera. Dibujen el gesto y sean capaces de captar que es lo que ella está haciendo, hacia donde se dirige su mirada para que cuando vuelvan a ver el dibujo puedan reconocerlo. Mírenla. No miren el papel. Miren su nariz. Miren su expresión. Miren como las piernas sostienen el cuerpo. Donde están sus puntos de apoyo. Cómo hacen fuerza sus codos. Dónde hay tensiones. Dónde hay relajación Es el cuerpo en tiempo presente y a la vez el presente es un tiempo contínuo detenido. Tardó lo suficiente  en mostrar una postura abierta. Al principio la mirada siempre se dirigía hacia abajo. Se escondía. Se acurrucaba. Se protegía, como si protegerse fuera una opción cuando se está así de expuesto. Hasta que un día abrió el pecho. Abrió la mirada. Y dijo todo lo que tenía para decir. Y salieron plumas. Y salieron lanzas. Y salieron ríos. Y salieron sonidos inaudibles. Y salieron verdades. Y el pelo brilló. Y las pupilas se quedaron sin velos. Y desde ese momento el cuerpo en la lucidez dejó que millones de tornillos se enroscaran y se desenroscaran incesantemente. Estando quieto la revolución es intensa. La mente se incendia. Y la resistencia es feroz. Y las ideas saltan a la vista. Estar desnuda frente a los demás es estar conectada con la percepción de la materialidad de tu cuerpo y transmitirla.

4 comentarios:

María Gabriela Costigliolo dijo...

Euge hacia mucho mucho muchisimo que no lei blogs, no leia tu blog. La verdad que uno siempre espera encontrase con cosas que le son familiares y siempre te lo digo leerte es siempre leerme un poco y es maravilloso relametne nena.
Que tengas una semana feliz. Beso

Escribir es seducir dijo...

MUY LINDO RELATO SOBRE EL CUERPO DE LA MUJER

FELICITACIONES

Escribir es seducir dijo...

MUY LINDO RELATO SOBRE EL CUERPO DE LA MUJER

FELICITACIONES

María Eugenia dijo...

Gaby: ojalá leerte a vos misma haya sido una experiencia positiva, entonces.

Escribir es seducir: eso parece el slogan de una lapicera Bic!. Se agradece su visita y el piropo también...