21/4/10

soltar








Hace dos años entré a este lugar por vez primera. Tenía una valija y un miedo tan alto como esa palmera. Ojalá la fotografía pudiera captar aunque sea una milésima parte de lo que los muchos ojos ven cuando entran a Yatay. Paredes históricas. Ventanas de vitraux. Escaleras larguísimas. Pasillos interminables. Un barrio entero adentro de una sola dirección postal. 29 vidas distintas alrededor de una misma palmera. Un portero que jamás funcionó, la historia más violenta y oscura que mil veces me violentó y la impotencia de no poder denunciarla. Esa vez primera debí intuir que no me iba a ser fácil salir. Ahora lo sé. Esa palmera era una trampa.

3 comentarios:

JAVINHO dijo...

WUAW!! Hermoso, me llevaste de la mano, polainas, es como besarte... un hermoso y tierno paseo.

Maria Eugenia dijo...

De Souza: y si son en el manubrio de tu bici, mucho más mejor!

Anónimo dijo...

Qué foto cautivante y demostrativa de lo que es Yatay!!!! Da para que escribas mucho más de esos dos años en ese lugar. Me encantó mi pajarito!!! Te amo!!!! Mummy