3/3/08

NUBES TRANSFORMADAS



El tiempo
13 p.m.

Almafuerte. Bautista nos recibe con su piyamas de Power Ranger. Está sentado en el piso jugando con sus tres cochecitos nuevos. Apenas nos acercamos a besarlo, los hace andar orgulloso. R le pregunta cuándo es su cumpleaños y el responde: -El año pasado. Evidentemente todavía no tiene una noción clara del paso los años. Sin embargo él en algún punto sabe que su agasajo no es más que una excusa para que los que lo rodeamos nos metamos en puntas de pies dentro de un tiempo que alguna vez fue nuestro. Hace fuerza para que su meñique no se levante y dice: “Cumplo cuadro”. Las erre no son su fuerte.
En el Winco, Serrat dice que nació en el Mediterráneo. La casa de R es gigante. Los espacios hablan de la gente que los habita y si esa galería superpoblada de verdes tuviera que decir algo de los seres de esta familia, diría que viven en una armonía absoluta. El aire es abundante, las sensaciones no dejan de fluir. La cocina es tan luminosa como la sonrisa de la mamá de R. El patio, un territorio perfecto donde dejar descansar la mirada. Ahora entiendo por qué la gata de M se llama Libertad.

Los preparativos

Se está gestando una fiesta, y uno no puede dejar de sentirse parte. La alegría es contagiosa. Crear es la consigna. Piñatas, globos, carteles, letras, papel picado, cornetas.
Decoramos la torta con obleas y confites. Diseñamos La busqueda del tesoro. Somos niñas en busca de una infancia que nos interpela a gritos.

17 p.m.
El castillo está inflado. Es la primera vez que me zambullo en uno. Cuando yo era chica, los unicos castillos deslumbrantes eran los que podía ver los cuentos. Salto con piernas que no son mías y caigo. Salto y vuelvo a caer. Las caídas cuando somos niños no duelen.

21 p.m.
El patio ya es un campo de batalla que ha sido avasallado por piecitos descalzos.
Bautista ya tiene su camisa que no es más blanca por fuera de las bermudas. Está parado frente a una torta de abundantes confites multicolores. Su expresión es la de un niño que piensa. Los flashes rebotan contra su piel blanca. Los niños meten todos sus dedos dentro de la torta. Alguien le había enseñado las palabras que debía repetir cada vez que recibía un regalo y Bautista trata de poner en práctica lo aprendido. Recibe el regalo pero cuando quiere decir gracias, sus amigos que ya se quitaron el paquete de las manos como si fuera tierra que molesta. Para ellos dar y recibir no tiene que ver con una ceremonia.

21.30 p.m.
Le pongo la nariz de payaso a Bautista. Le ocupa el cincuenta por ciento de la cara. La nariz tiene luz. Su euforia es tan desbordante que casi no deja que le coloque el cuello a lunares. Toma su carrito con acoplado tapado de bolsas con sorpresas y sale al patio. Se detiene con su carro y espera. Sus amigos todavía no lo han visto. El sabe que no pasará mucho tiempo antes de que lo atropellen, pero espera.

22 p.m.
R hace malabares con sus clavas de fuego. Los niños son espectadores en cuclillas sobre el cesped. A Baustista no parece importarle demasiado lo que ve. Que ya haya presenciado alguna vez la función de su tia no es la razón, ser payaso es una tarea que lo tiene demasiado ocupado.
Cada juguete regalado es un desafío distinto. Un rato con uno y enseguida a descubrir que tiene el otro para ofrecerle. Las te también son un problema para Bautista. Cada vez que quiere presentar a su amigo Batman en sociedad, me pregunta: -¿Cómo era que se llamaba mi muñeco?.

El principio
El día que conocí a Bautista, a M se había ocurrido decirle que un pequeño duende había escapado de un cuento para habitar en la cocina. Entonces, cada vez que el se distraía, alguna de nosotras hacía ruido con algún objeto que tuviera a mano. El dejaba quieta su boca en una expresión de asombro, corría desesperado y se agachaba con su cuerpito para mirar adentro de la mesada. Al principio lo llamaba tímidamente, pero pasados los minutos, ante la euforia de nosotras que lo incitábamos y al ver que el duende no salía, uso un tono convincente y desplegando su probada estrategia, le dijo: -Vení duendecito, ¡vamos a jugar!, ¿es que no querés ser mi amigo?. Había que verle la carita cuando R. le dijo que bajo la mesada no se escondía ningún duende, que era una mentirita piadosa de M. Su expresión de decepción no se me borrará jamás de los ojos mientras respire.

Un mundo mejor
Cuando se ríe con esa risa escandalosa, vuelan a pedazos todas nuestras flaquezas, todos nos volvemos seres generosos dispuestos a traerle un pedazo de mar lleno de caracoles si el así lo desea, y meternos adentro a chapotear aunque sea pleno julio y el agua nos congele las rodillas. Cuando se comunica con esos alaridos tremendos, le proponemos jugar a que hablamos con mímicas, pero el no tarda dos segundos y se guarda en el jardinero su orgullo para decir “Perdí”, solo para volver a cotorrear. A Bautista el éxito no es algo que le preocupe, ganar o perder, es una cuestión poco transcendental.

Copos traviesos
Cada vez que nos sentamos en la vereda, mira al cielo y me muestra “copos de nieve”. Encuentra las formas de sus personajes favoritos: -¡Allá está el hombre araña, allá Power Ranger!. -¡Mirá, otra nube transformada!, dice mirando hacia el arriba más alto de todos los arribas.
La tarde volvió del jardín con cara de pucheros. Su mamá lo había retado con severidad porque le había mordido la oreja a un compañerito en el jardín. Apenas lo ví, no supe hacer otra cosa que enamorarme de el. Jugamos un poquito con su títere de pajaritos. Pero estaba caprichoso. Hizo muchos berrinches. Dejó todos los fideos verdes en el plato y R se enojó con un enojo que le dolía en los huesos. Ahí comprendí que R es mi amiga porque tiene acceso a un caudal de amor extraordinario que yo desconocía. Ahí supe que R iba a sufrir cada vez que un amigo o una chica le digan que no a Bautista. Ahí entendí, además, por que yo nunca me iba a atrever a medir la dimensión del amor que R siente por E a pesar de todos los pesares. Porque sencillamente nadie puede amar de la forma tan pura y definitiva que ama ella. Me llevó un viaje de una hora y media lejos de Córdoba, darme cuenta de eso. Un sábado a la tarde. Una nariz de payaso. Una casa luminosa.

10 comentarios:

Javier Pallero dijo...

Maravilloso relato de tiempos que quisieramos que vuelvan...
es cuestión de organizar mejor el próximo cumple...
un abrazo y vamos subiendo la cuesta...hacia la fiesta!

amithaba

Silbar dijo...

si hay algo que me encanta... es el castillo inflable!


estaría bueno alquilar uno para algún fin de semana... habrá para gente mayor?

Laura Albertini dijo...

Se que va a sonar trillado, pero no hay nada mas lindo que la felicidad de un niño...
Yo tengo dos sobrinos, que son la alegria de mi vida...
Un beso enorme Euge....

Anónimo dijo...

Hola amiga. Que popular se ha vuelto este espacio, tú espacio.
ME alegra que haya estado tan lindo el cumple y que tanta gente te este leyendo, besos, muchos, nos vemos el finde, martita.-

Anónimo dijo...

amigaaaa!! hasta las lagrimas emocionada con tu relato... te quiero euge!
romi

Anónimo dijo...

!Qué manera de escribír!
Drelo.
Beso.

Anónimo dijo...

Karmakiller: en el proximo quiero piñata. saludos!
Silbar: debería haber, estoy segura que seriamos varios los que se anotarían...
la lau: coincido. Te transportan de una manera fabulosa.
otro beso para ti niña!
Martita: me gustó eso de popular, arriba el socialismo, compañera! Nos vemos el finde amigota.
Romi: será porque me estoy yendo que estoy hecha una sentimentaloide, pero el desparramo de lagrimas que ha generado este post es terrible! 300 km no es nada amiga, te adoro.
Andrelo: ohhh que sorpresa este coment!. catarsis?. Abrazos. Nos vemos en el gran festejo gran licenciado.

Anónimo dijo...

Euge!!!!!!!!!
Qué decir de tu relato?. Una vez más y sé que no fue tu intención, me hiciste lagrimear fuerte!!! Gracias a Dios aún queda gente como Romi y su flia. Gracias a la mamá de Romi que te brindó su dulzura y te hizo pasar un finde inolvidable. Y al enano!!!!!!! es un ser diminuto que alegra la vida de todo el mundo y le pone ternura, nostalgia y mucho amor!!! a este blogg. Te amo Euge, sos una de las tres lucecitas de mi vida.Doris

Anónimo dijo...

Madre: tengo piel de pollito!. Te amo.

María Gabriela Costigliolo dijo...

nenaaaaaa, maravillosooooooo"!!!!!!!!!!! hermoso realmente hermoso le relato, con una ternura!!!!! un beso