19/1/08

Nacimiento


Me pregunto como habrá sido ese mediodía en que por fin llegaste al mundo. Que tan perturbadores habrán sido tus llantos. Cómo habrá sido tu bienvenida. De que lugares provinieron tus sensaciones más primitivas. Cuáles fueron las que te convirtieron en niño y cuáles las que te deslumbraron de adulto. De qué colores habrán sido todas tus alegrías antes de conocerme. A que sabían los sabores que conquistaron tu paladar. Cuántas veces gritaste sin que te oyeran. A que se debieron tus llantos más conmovedores. Es tan poco lo que conozco de vos. Acaso nisiquiera un tercio de tus instintos. Acaso solamente el cascarón que envuelve tus razones. La calma en tu rostro estremeciéndose debajo de la luna. Tu despertar indolente. El cuero ardiendo bajo un sol perezoso. El empeño puesto en tu rompecabezas, como si en esas piezas que no podes encajar se te fuera la vida. Tus innumerables incógnitas. Tu exquisito humor. Dos o tres obsesiones domésticas. Un dejo de tu tenacidad. Las flaquezas que trataste de ocultarme. Tu insistencia en no decir nada que pueda ser usado a modo de reproche. Tus miedos a pronunciarte de más. La generosidad de tus manos. La ternura de tus ojos. La ira que te ciega. La finura de tu pelo. Las determinaciones que rigen tu comportamiento. Tus precipitados pensamientos. Tan poco es lo que conozco de vos. Menos de un tercio de lo que quisiera.

1 comentario:

María Gabriela Costigliolo dijo...

Mario Benedetti dijo una vez:

"Lo que conoces
es tan poco
lo que conoces
de mí.
Lo que conoces
son mis nubes,
son mis silencios,
son mis gestos,
lo que conoces
es la tristeza
de mi casa vista de afuera,
son los postigos de mi tristeza,
el llamador de mi tristeza.
Pero no sabes
nada,
a lo sumo,
piensas a veces
que es tan poco
lo que conozco
de tí.
Lo que conozco
o sea tus nubes,
o tus silencios,
o tus gestos,
lo que conozco
es la tristeza
de tu casa vista de afuera,
son los postigos de tu tristeza
el llamador de tu tristeza.
Pero no llamas.
Pero no llamo."

Un beso.